27 de septiembre de 2011

Crónicas del fin del mundo: La espera.

El día que me morí era un día como cualquier otro. La alarma ruidosa del reloj color rojo sobre la mesita me despertó, como todos los días. El dulce olor de los hot cakes me llamaba a la mesa, pero me tenía que ir. Un cálido beso de mi madre fue el último que recibí, aunque en ese momento, yo no lo sabía. El momento me pasó de largo, y corrí a la escuela.

Vi a la chica que me gustaba, platicamos un poco sobre la catastrófica fecha, no solo porque era el fin del mundo sino porque había examen final. Yo, la verdad no creía mucho en eso del fin del mundo, pero donde me encuentro ahora todo es frío y lúgubre por eso pienso que el mundo no terminó. Al menos, tendría compañía, creo yo.


13 de septiembre de 2011

Crónicas del fin del mundo: Heriberto Pt.1

Heriberto Martínez y Martínez, era el heredero de la familia Martínez y Martínez de España. A sus veintidós había comenzado en la firma de abogados de su padre, y hoy diez años después era uno de los abogados más importantes en toda la Ciudad de México. Sus abuelos eran dueños de una compañía de jamones ibéricos, así que cuando supieron que su nieto por fin contraería nupcias enviaron una paleta a todos los conocidos y amigos de la familia a manera de celebración.

La afortunada era Patricia Domínguez, cuyos padres eran dueños de Paladini, otra compañía española de embutidos. El padre de Patricia y el padre de Heriberto habían sido buenos amigos hasta que la vida los separó cuando Martínez tuvo que irse a vivir a México para continuar con la expansión de la compañía. Para que la amistad no se terminara, lo sellaron con un trato: Su hijo y su hija se casarían, perpetuando la amistad y simbolizando una alianza entre dos gigantes comerciales. Heriberto y Patricia de apenas 7 y 5 años de edad en ese entonces, no entendieron bien lo que sucedía cuando sus madres les dijeron "dénse un besito".


4 de septiembre de 2011

Crónicas del fin del mundo: Andrés

Carta escrita por Laura Hernández para su ex-novio Andrés, el 20 de diciembre de 2012 cuando se enteró que él se había casado.
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Querido Andrés:

Me he enterado hace algunos días, de que te casaste. Eso, ha causado un dolor tan tremebundo en mí, que sentí que me moría un poquito mientras veía tus fotos en Facebook. Yo creí que eso no había sucedido aún, porque no has perdido esa manía tan tuya de ponerte "soltero" en todas las cosas y redes donde te inscribes.

Debo decírtelo: no te vi feliz en tus fotos, ni siquiera un poquito de lo feliz que fuiste conmigo. Ese traje gris acartonado combinado con rojo se veía más que fatal. Pero, ¿qué te puedo decir yo, si la novia era la más horrible de todas? De seguro estaba embarazada, se le salían todas las lonjas del vestido, y esa sonrisa de dientes chuecos delataba algo más que "felicidad". Por el contrario, tu madre y tus hermanas se veían radiantes como siempre. De seguro tu mamá salió tan pensativa en las fotos porque se preguntaba internamente cómo hubieran sido las cosas si te hubieras casado conmigo , estaba muy feliz.